Borrón, desenfoque,, mal encuadre, mala luz.... al final acabe haciéndome un autorretrato o selfie para salir del paso y tener una foto en la plaza.
Las risas no faltaron, eso sí, y para no rendirnos cambiamos de sitio y algo salió. Juzgar vosotros mismos:
La selfie tampoco es que esté muy lograda la verdad, vaya dos.
La conclusión que saco de todo esto, es que si queréis hacer turismo y vais con negados de la tecnología como mi madre (lo siento, mama), es que os compréis una cámara compacta de esas que enfocan solas e ir tirando, que al menos el recuerdo lo tendréis.
Después de esta anécdota solo decir que yo soy una repipi y una controladora y seguro que saque a mi madre de quicio haciéndole repetir la foto miles de veces para que saliera como yo quería, así que ¡gracias mama!
Ahora de regalo, unas fotos de Vilma, ¡cómo no! Besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario